Han sido unos años duros desde que decidiese dejar de trabajar para dedicarme al estudio de mi carrera universitaria, acceciendo sin selectividad gracias a la nota del ciclo formativo de grado superior que cursé (C.F.G.S. en Administración de Sistemas Informáticos).
En la Universidad he conocido mucha gente cercana y algunos amigos míos a día de hoy, también he sufrido y me he enfrentado a uno de los campos mas temidos de mi vida de los números: las Matemáticas y la Estadística que aunque me costó ponerme, finalmente, a base de esfuerzo logré aprobarlas, algunas de ellas sin demasiada dificultad (3 asignaturas de matemáticas y 2 de estadística), precisamente por eso, llego a la conclusión de que a veces las cosas cuestan porque no nos ponemos a ello o lo rechazamos de primeras.
Un trabajo muy interesante y destacable que realicé, junto con otros compañeros, fue el análisis y modificación del Kernel del sistema operativo padre de Linux (Minix, un ejemplo derivado de Unix) de tal forma que el Kernel sea capaz de comunicarse de forma bidireccional, por medio de señales, con una aplicación de usuario que monitorice el sistema, siendo reconocido como un proyecto interesante y ejemplar para alumnos de cursos siguientes (http://www.infor.uva.es/~cevp/ASO/fichs/Proy_interesantes/ Ej_intercambio_inf_ProUsuario_KernelyMM.pdf).
Y finalmente ayer, 20 de Junio, presenté mi proyecto de fin de carrera sobre una aplicación para el control de pago y reserva de plazas para la celebración de un evento público con un 9.0 de nota final.